Envejecimiento y Alimentación (I)

La edad nos va cambiando, es un hecho evidente. Nuestro cuerpo está continuamente en transformación y a medida que cumplimos años vamos experimentado esos cambios en nuestro organismo, transformaciones en las células que a su vez provocan cambios en los órganos en su conjunto.


ENVEJECIMIENTO

El desencadenante de todos estos cambios es el Envejecimiento de las células:

El tiempo impacta en la vida, en todo lo que consideramos vivo, de manera que el elemento primario que nos compone, la célula, envejece con el tiempo lo que hace que cada vez funcione con menos eficacia, con más dificultad. Al final de este proceso, la célula muere. Es la forma que tiene la naturaleza de regenerarse: la muerte de la célula vieja de paso a la nueva RESUMEN: si las células funcionan bien y están en buen estado, nuestros órganos también lo estarán.

En general, a partir de los 30 años comienza un proceso de ineficiencia celular en el sentido de que no siempre funciona la regeneración, además hay células que cuando desaparecen ya no se regeneran provocando un paulatino empeoramiento del funcionamiento de los órganos que conforman, por ejemplo esto ocurre en en los testículos, los ovarios, el hígado y los riñones.

No tenemos que alarmarnos porque aunque suframos un descenso, nuestro cuerpo está preparado para ello y la mayoría de nuestras funciones internas continuarán en un rango de normalidad aceptable.


Así pues podemos señalar cuales son los primeros síntomas del envejecimiento:

Esqueleto con dolor en la espalda

1º Sistema musculo-esquelético

2º Ojos

3º Oídos

1º Impacto del envejecimiento en el Sistema musculo-esquelético:

  • Se absorbe menos calcio de los alimentos
  • Disminuyen los niveles de vitamina D, que ayuda a asimilar el calcio
  • En consecuencia los huesos se vuelven menos densos, por tanto más débiles y susceptibles de fracturar
  • El cartílago que envuelve las articulaciones se hace más fino
  • Los tendones se vuelven menos elásticos
  • En consecuencia las articulaciones se notan más rígidas, se pierde flexibilidad, aparece la artrosis.
  • Disminuyen los niveles de testosterona y de hormona del crecimiento
  • En consecuencia se pierde masa y fuerza muscular

Doctor sonriendo mientras hace una prueba ocular en un paciente en un hospital2º Ojos:

El cristalino se vuelve más rígido, más denso, la pupila reacciona más lentamente a las variaciones de luz.
Los ojos producen menos líquido por lo que se resecan
En consecuencia notaremos:
Pérdida de la visión de cerca: entre los 40 y los 50 años
Se hace necesaria una luz más intensa para poder leer.
Cambios en la percepción del color
Las personas de edad avanzada pueden ver manchas oscuras





3º Oidos:

  • se pierde capacidad de escuchar sonidos de alta frecuencia de vibraciones (agudos).
  • Las palabras son más difíciles de entender
  • También van apareciendo dificultades para escuchar los tonos más bajos
  • Se acumula más cerumen en los oídos
  • Aparecen pelos gruesos fuera de las orejas

En general, la pérdida de audición relacionada con la edad ocurre en ambos oídos, afectándolos por igual. Como la pérdida es gradual, las personas con este tipo de pérdida de audición no siempre se dan cuenta de que su capacidad para oír se ha reducido.

Hay muchas causas para este tipo de pérdida de audición. La más común es por los cambios que ocurren en el oído interno al envejecer. También la presión arterial alta o la diabetes, que son más comunes en las personas mayores, pueden contribuir a la pérdida de audición. Asimismo, podrían jugar un papel ciertos problemas médicos y algunos medicamentos.


¿Cómo nos puede ayudar la alimentación para prevenir o paliar estos problemas?

A medida que cumplimos años se produce una paradoja y es que precisamos menos calorías y por tanto ingerir menos alimentos pero a la vez, con la paulatina pérdida de eficiencia de nuestro cuerpo, necesitamos más nutrientes. Hay que preparar muy bien la dieta porque algunos alimentos que precisamos nos resultarán más complicados de digerir ya que los toleraremos peor.

Algunas recomendaciones de alimentos a incluir:

Para combatir la inevitable pérdida de masa muscular nada mejor que el ejercicio físico, y también incluir en nuestra dieta habitual:

Yogur; huevo; tetera y frutas sobre fondo blanco

Huevos: además de proteínas, nos aportan vitamina K que ayuda a absorber calcio, y energía a la vez que antioxidantes que tienen un impacto positivo en los ojos retrasando el daño en la mácula.

Cítricos: aportan grandes cantidades de vitamina C y flavonoides con sus propiedades antioxidantes y anti-inflamatorias.

Yogur natural: junto con el queso y el kéfir, por ejemplo, por su alto aporte en calcio

Aceite de oliva virgen extra: Dos estudios publicados en Archives of Ophtalmology siguieron a 9,234 adultos que llevaban una dieta Mediterránea rica en ácidos Omega 3 (presentes en el pescado, las nueces y el aceite de oliva) y resultó que presentaban menos riesgos de desarrollar problemas con la retina.

Según la Agencia de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), se recomienda tomar 2 cucharadas (23 gramos) de aceite de oliva al día. Aunque todos los aceites de oliva son beneficiosos los más recomendables son los virgen extra porque son los menos procesados y los que contienen niveles más elevados de polifenoles, antioxidante esencial para la salud.

Además, el aceite de oliva contiene otros componentes anti-inflamatorios que ayudan a proteger a los vasos sanguíneos de los ojos y reducen el riesgo desarrollar degeneración macular a medida que pasan los años.









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